La Prevención y Combate de Incendios es una de las áreas estratégicas para el funcionamiento de cualquier clase de establecimiento, sobre todo cuando se trata de industrias u algún otro giro comercial, ya sea de venta directa o un centro de negocios.En adelante se explicarán los fundamentos de las actividades y planes antiincendios, así como las herramientas y recursos humanos que hacen posible una organización en la materia, específicamente en los ámbitos privados.
A pesar de que cada sector tiene sus propias cadenas de producción, las cuales son su elemento de operación, la higiene y la seguridad en el trabajo son un área de la cual dependen todas las actividades desarrolladas, independientemente de cuáles sean estas.Ofrecer un ambiente controlado y protegido a los trabajadores, clientes y proveedores, y a cualquier individuo que se encuentre en las instalaciones tiene muchas consecuencias deseables:
En un emprendimiento de reciente creación, donde cada uno de sus miembros es indispensable para el cumplimiento de los objetivos de acuerdo con su compromiso con la empresa, las operaciones deben ser continuas y no interrumpirse por cuestiones sanitarias generales.La instalación de un manual y las acciones correspondientes tiene una incidencia clave en el crecimiento y desarrollo del negocio , al mismo tiempo que promueve la competencia de sus actividades.También es relevante al momento de acreditar las revisiones de las autoridades competentes y ayuda a la obtención de seguros más asequibles.
Cuando hay un programa de responsabilidad empresarial, es un paso básico instalar estas medidas higiénicas y de seguridad, que además, contribuye al prestigio establecido frente al exterior y la confianza que los miembros tienen en el nivel interno.Dada la cantidad de personal operativo que hay en su interior, el compromiso sanitario adquirido es más complejo e impacta en una amplia comunidad dentro y fuera de las instalaciones, por lo cual los riesgos deben ser mitigados de manera oportuna.
Dentro de la seguridad en cualquier inmueble están las operaciones de prevención y sofocación de conatos de incendio.Los medios físicos y químicos para eliminarlo son diversos; no obstante, los extintores son los más populares y, en muchos casos, los más efectivos.Se darán las peculiaridades de cada uno de estos, así como sus usos para escoger al más adecuado para cada giro comercial e industrial.
Para el uso en espacios reducidos se puede optar por extintores de 1 a 25 kg , en cambio, en otros lugares de mayor amplitud será necesario contar con equipo de 25 a 50 kg y hacer uso de dos o tres tipos de estos, de acuerdo con los riesgos presentes.
Los extintores de uso más común pueden sofocar los fuegos por materiales sólidos, gaseosos y líquidos, ya que son los más comunes en cualquier zona de un establecimiento. Su tamaño depende de las necesidades y riesgos presentes, aunque los más pesados cuentan con ruedas o soporte para su traslado.También existen herramientas especializadas para los incendios de origen eléctrico o donde hay una presencia importante de su conducción, aparte de los que cubren las requerimientos de tipo A, B y D, y que son de empleo propio de las áreas de cocina.
Establecer estos dispositivos requiere de un servicio técnico especializado, el cual deberá contar con las condiciones emanadas de la
Norma Oficial Mexicana (NOM)
que regula a los equipos contra incendio en su instalación, mantenimiento y recarga.Se deberá entonces observar lo siguiente:
En un entorno de trabajo hay varias obligaciones legales que se deben cumplir al respecto. Su aplicación garantiza el funcionamiento del lugar y promueve la seguridad, así como la respuesta rápida en la ocurrencia de un siniestro.Algunos de estos compromisos son:
Cada uno de los empleados del lugar deberá conocer y observar las medidas que se dictan en las siguientes líneas:
Algunos otros equipamientos y diseños están orientados al uso profesional o entrenado, y son requerimientos para que las actividades contra incendios tengan efectividad, incluso ante la amenaza de un fuego descontrolado:
En el caso de la planeación de las rutas de evacuación, las brigadas de protección civil encargadas, así como el responsable del inmueble, en conjunto con las autoridades, deberán analizar los planos, las condiciones físicas, los materiales existentes y el tipo de población en el lugar, así como otros elementos técnicos.
Hay varios puntos que se deben seguir para lograr el éxito en un simulacro:
Las vías de acción frente a un siniestro de esta clase requieren:
La capacitación que brinda una entidad especializada en la protección civil es un pilar del funcionamiento de cualquier grupo social.En un ambiente laboral, donde los cuerpos directivos adquieren el compromiso de proveer un ambiente seguro, higiénico y preventivo a quienes ahí laboran o realizan otras actividades comerciales, recurrir a una enseñanza profesional permite cumplir con todos los requerimientos en la materia, sobre todo en cuanto a las NOM.Esta enseñanza teórica y práctica otorgará las siguientes ventajas:
Formar una brigada de emergencia se realiza a partir de distintos parámetros que deberán ser considerados para la adecuada acción de los agentes involucrados, ya sean los brigadistas o las personas que se encuentren en el entorno sobre el cual se deberá actuar.Primero: se debe considerar el lugar sobre el cual se actuará en caso de una emergencia. Se habrá de examinar y evaluar las condiciones físicas y espaciales , como pueden ser la condición de los materiales del edificio o centro de trabajo, la cantidad de muebles y el espacio que ocupa cada uno y su ubicación respecto a salidas de emergencia, y los materiales de los cuales están hechos, ya que pueden ser inflamables, punzantes, pesados, etc.Segundo: una vez que se ha analizado y evaluado el lugar, se procederá a realizar un conteo de las personas que están en el centro de trabajo y cómo es que están distribuidas dentro del lugar, con el fin de seleccionar un número adecuado de brigadistas que tomarán acción para realizar las labores de emergencia, ubicándolos por número de personas, espacios de trabajo y distribución del personal dentro del centro de trabajo.Se deberá considerar que en un plan de emergencia, por cada 10 empleados o personas que estén dentro del lugar, se deberá contar con un brigadista; entre 10 y 49 empleados deberá haber entre 2 y 4; entre 50 y 99 empleados requerirá de 4 a 7 y cuando sean más de 100 empleados serán necesarios entre 5 y 8 brigadistas.La distribución de estos voluntarios deberá ser acorde al número de empleados que se ubiquen en cada parte del centro de trabajo, esto es, a mayor población deberá existir un mayor número de brigadistas, mientras que en aquellos espacios en los cuales se encuentren pocos empleados deberá existir un número menor, pero adecuado a ellos.Tercero: la selección de los voluntarios es uno de los puntos más complejos para la formación de las brigadas de emergencia, esto debido a que la selección del personal está determinada por distintos factores que requieren de una evaluación y una preparación especial para contar con los miembros indicados .La selección del personal que formará la brigada se realiza, generalmente, a través de un examen médico y a partir de pruebas de conocimiento, además de evaluaciones periódicas para medir las habilidades requeridas y certificar su papel como brigadistas .También se debe considerar que sus integrantes deberán conocer y regirse por el manual de seguridad interno del lugar de trabajo, lo cual exige el total conocimiento de los planes de acción ante emergencias.Las brigadas de emergencia están formadas por dos actores principales: el jefe de brigada y los brigadistas.El jefe de brigada es el encargado de coordinar la acción de los brigadistas para la atención adecuada de la emergencia, siempre de acuerdo con el plan previamente organizado. Además, dentro de sus funciones, deberá colaborar en el diseño , redacción, prueba y los ajustes necesarios de los planes de acción ante las emergencias, a la vez de mantener la actualización del inventario del equipo de auxilio destinados a los brigadistas.Para considerar y elegir a un jefe de brigada se deben considerar distintos aspectos que lo caractericen como un miembro activo y eficiente, para lo cual deberá contar con la suficiente capacidad de liderazgo y de manejo de grupos , habilidad para actuar en campos de prevención, protección y atención de emergencias, así como saber seguir y cumplir los planes de emergencia previstos.Los brigadistas son el grupo de voluntarios encargado de realizar las labores operativas de los planes de emergencia. Sus actividades constan de la prevención y preparación hacia los trabajadores o personas que se encuentren en los lugares de trabajo, en la definición y selección de los equipos para realizar su labor, capacitar al personal del lugar de trabajo para actuar de manera eficiente y correcta ante las emergencias; además, ayudar a restaurar el normal funcionamiento del lugar de trabajo lo más pronto posible tras una emergencia.La selección se enfoca en su capacidad para actuar y ejecutar lineamientos; por tal razón, se considera que no deberán rebasar los 55 años, deberán tener un entrenamiento práctico ante las situaciones de emergencia, contar con voluntad de servicio y compromiso, además de poseer serenidad, prudencia y manejo de situaciones difíciles como la exposición a fluidos sanguíneos, entre otros aspectos de manejo especial.
Dentro de las condiciones laborales se considera material peligro, o HazMat (por la abreviación de las palabras en inglés hazardous materials , materiales peligrosos) a todos aquellos productos químicos basados en sus características de peligrosidad que puedan ser tóxicos, explosivos, inflamables, irritantes, corrosivos, cancerígenos, que afecten al sistema reproductor y otros.Además, se considera a la mercancía peligrosa como aquella que es fabricada con materiales nocivos y es perjudicial durante su fabricación, manejo, almacenamiento o transporte , y pueda generar residuos tóxicos, ya sea en humos, polvo, gases y líquidos, entre otros.Por esta razón, se debe considerar que un material o producto peligroso consta de un ciclo de vida que inicia desde el manejo de los materiales con los que se produce, hasta su uso fuera de la empresa, ya sea a través del almacenamiento, transporte o como residuo. Considerando así todo este ciclo de vital importancia para las labores del personal entrenado en el manejo de estos productos, ya que cada una de estas fases representa un peligro para los trabajadores.
El manejo de estos materiales siempre estará a cargo de los trabajadores y del personal pertinente para disminuir los riesgos de accidente y emergencias. La responsabilidad de su manejo recae en dos actores principales, los empleadores y sus trabajadores.Los empleadores deberán ser los primeros en establecer las bases de seguridad en su manejo, tanto desde la aplicación de un manual de seguridad, hasta la correcta utilización del material de clasificación para los productos peligrosos que ayuden a una correcta identificación y tratamiento por parte de los trabajadores.Por su parte, los trabajadores deberán seguir el manual de seguridad que el empleador haya adoptado, a la vez de cooperar en el seguimiento de las medidas de seguridad, protocolos y estándares establecidos, así como el aprendizaje y conocimiento de las medidas de seguridad aplicadas a los materiales peligrosos.La principal labor de ambas partes será la capacitación y elaboración de las principales medidas de seguridad y actuación ante emergencias con los materiales peligrosos, por lo cual deberán colaborar para la elección de tecnologías aplicables al manejo de estos, en la adaptación de sistemas y métodos de trabajo, en las medidas de higiene adecuadas, así como en la señalización adecuada de los lugares y procesos de cada uno de estos materiales. Además, se encargan de facilitar a los empleados, de manera gratuita, los elementos de protección personal inmediata que sean necesarios durante el tratamiento de dichos materiales, así como en aquellos casos donde los controles de seguridad no fueran suficientes.Dicho lo anterior, hay que considerar que la capacitación del personal respecto a los materiales peligrosos deberá ser formulada a partir del diálogo entre trabajadores y empleador, ya que estos dos actores deberán estar capacitados para enfrentar situaciones de riesgo y emergencia durante el trabajo con estos materiales.También se debe recordar que el trabajo con los materiales peligrosos no solo comprende la fase de elaboración de los productos, sino también su manejo fuera y después de su producción , lo cual también exige el entrenamiento y capacitación correspondientes para los trabajadores que los manejan, pues su tratamiento también requiere de medidas de seguridad adecuadas.
El grupo especializado en la ayuda a las personas que se encuentran en una emergencia por incendio tiene varias funciones previas a su ocurrencia:
Los equipos de primeros auxilios deberán atender la salud cardiopulmonar de los afectados, hecho que cobra relevancia durante la presencia de fuego, al ser el humo uno de los elementos que causa daños generalizados en quienes se exponen a él.Los integrantes deberán conocer los servicios básicos acerca de reanimación, vendajes, contención y saneamiento de heridas, así como conceptos primarios de intervención psicológica , sobre todo cuando la situación escala y se presentan cuadros de ansiedad o brotes de pánico, mismos que podrán controlar de acuerdo con las técnicas básicas de respiración y toma de signos vitales.Por otra parte, esta brigada será la encargada de dar parte a los médicos y paramédicos que arriben al lugar, además de facilitar un reporte completo acerca de las acciones tomadas, los individuos atendidos y los insumos gastados en cada caso.Finalmente, deberán mantenerse en un proceso de aprendizaje continuo y adquisición de experiencias compartidas, lo cual les permitirá responder cada vez de manera más segura.
Es conveniente instalar una brigada especializada en el tratamiento humano, mismo que proporcione una estabilidad emocional a los afectados por un siniestro.El impacto psicológico que tiene un evento relacionado con el fuego es de especial importancia, ya que puede llevar a un estado de shock , a una sensación incontrolable de vulnerabilidad, entre otros padecimientos, mismos que pueden y deben ser aminorados en los primeros minutos tras el suceso.Proveer de un recurso emocional y un refuerzo positivo ayudará a minimizar los efectos posteriores, los cuales se manifiestan a corto, mediano y largo plazo, y que influyen de manera más o menos directa en el ámbito laboral y en las condiciones de salud mental de los trabajadores .Dependiendo de cada persona, es recomendable que sea canalizada con un profesional de acuerdo a sus dolencias y cuadros clínicos. Por otro lado, la formación de un equipo especializado donde se encuentren los compañeros es sumamente positivo, ya que la cercanía y confianza puede ayudar a obtener mejores resultados.
Como ya se mencionó, dar respuesta a un siniestro de esta clase conlleva distintos factores de orden material, organizacional, social y psicológico, que pueden ser compenetrados en un adecuado proceso de planeación, respuesta y período de recuperación .Estos elementos, cuando se encuentran de manera aislada en un negocio, centro comercial, restaurante, hotel o industria, ofrecen una seguridad incompleta. Es necesario crear una red higiénica y preventiva adecuada, que combine las habilidades de las personas y la fiabilidad de los instrumentos y equipo especializado.Es por esto que se debe contar con la mejor instalación de detección de la temperatura y el humo, al mismo tiempo que la selección y disposición de los extintores deberá ser asesorada por un servicio competente y profesional .Las brigadas de protección civil deben encontrarse como parte de la capacitación brindada a los empleados y deben ser seleccionadas de acuerdo a su perfil, con la finalidad de establecer los mecanismos de acción y comunicación más efectivos, a la vez de ayudar a los servicios y autoridades correspondientes en sus labores.La integración de los distintos equipos es la clave del éxito en la empresa, ya que de la acción conjunta depende todo el resultado de las actividades.En general, partir de un manual de seguridad e higiene, utilizar el equipamiento que responda a las necesidades del inmueble, socializar la información en todos los estratos de la organización y cumplir con las medidas expedidas por las secretarías y organismos oficiales responde a los requisitos para la salvaguarda, bienestar y salud de los sujetos.Además, tal y como se ha visto, fortalece las relaciones de las corporaciones con su público al reflejar la seriedad y alto nivel de dirección en el cual realiza sus operaciones, al mismo tiempo que fomenta la productividad y seguridad emocional entre sus trabajadores.Esta información acerca de la Prevención y Combate de Incendios permite tomar las mejores decisiones operativas para poner en marcha un programa eficiente y profesional en la empresa.